Mucha gente intenta averiguar cuando se originó la técnica de perforar la piel, sin saber que los piercings son algo tan viejo como la misma piel.
Pero como el hecho de hacérselo en la boca, aumenta el riesgo y te invitamos a que sigas leyendo para que tengas una idea general y actuar con más conocimiento de causa.
Zonas y tipos de piercings en la boca
Los piercings que más se han puesto en los últimos años han sido los piercings en la boca y alrededores, donde predominan:
Piercing de la lengua:
Web: Piercing del frenillo de la lengua. Se perfora horizontalmente a través del frenillo de debajo de la lengua.
Piercings Rim: se atraviesa verticalmente la lengua.
Piercing en el labio
Labret: es una sola perforación en el labio inferior. En ingles también se suele decir al revés, labret piercing.
Labret horizontal: es una barra horizontal que atraviesa parte interior del labio y sobresale con dos bolitas que se ven por fuera del labio.
Labret vertical: Es un piercing del labio inferior que pasa por dentro y por fuera, habiendo dos perforaciones en el labio.
Picaduras de Ángel: Se realizan perforaciones del labio superior y del labio inferior y la barra pasa por las perforaciones.
Monroe: se hace en la parte superior del labio a modo de lunar emulando el de Marilyn.
Piercing Medusa: Se perfora la zona que queda entre la nariz y el labio superior.
Smiley: Se perfora la encía que se sitúa detrás del labio superior.
Todos estos piercings se pueden hacer en cualquier sitio especializado en piercings.
ATENCIÓN
No es nada recomendable hacerse perforaciones en la boca uno mismo o ir a un lugar que no esté homologado.
Para hacerse estos piercings lo adecuado es en centros especializados, puedes hacértelos tanto en clínicas como en centros de tatuajes y piercings.
En estos últimos asegúrate de que está todo esterilizado y que cumplen las exigencias de sanidad: agujas estériles, que las joyas sean hipoalergénicas, etc.
11 Consejos sobre los labret y otros Piercing en la Boca o en los Labios
El tiempo de curación de los piercings del labio suele ser de entre 1 a 3 meses aunque depende del cuidado que les des, ya que un mal cuidado puede hacer que desarrolles alguna infección en esa zona.
Debes asegurarte de mantenerlo muy limpio sobre todo las 8 primeras semanas posteriores de hacerte el piercing.
Enjuagarse la boca es vital para la curación, puede ser tanto con enjuague bucal sin alcohol, como con agua con sal. También puedes desinfectarlo con unos hisopos o bastoncillos en vez de enjuagarse.
Cepillarse los dientes correctamente también es muy importante, puesto que un buen cepillado impide en gran medida que se acumule comida en la boca y por consiguiente la placa bacteriana. Mejor si utilizas un irrigador dental para completar tu cepillado.
A la hora de comer puedes comer lo que quieras, pero comidas con sabor picante te causara un poco más de malestar.
Siguiendo estas indicaciones si en algún momento decides quitártelo no debe porque quedarte ninguna marca.
Hasta que pasen dos meses procura no moverlo mucho para que cicatrice con más facilidad. Pero a partir de los dos meses empieza a moverlo para que no se encarne la pieza y comience a sangrar.
No es recomendable cambiar el palo del piercing hasta por lo menos 4 meses desde que este hecho, puesto que si se cambia casi seguro que volverá infectarse.
Para la curación de los piercings de la lengua son prácticamente los mismos pasos a seguir exceptuando que no es aconsejable comer nada muy caliente.
Lo recomendable es beber muchas cosas muy frías y meterse en la boca cubitos de hielo para bajar la inflamación.
Ponerse un piercing en la zona oral suele es un riesgo que uno debe asumir en lo que a salud se refiere.
Resección gingival: consiste en la retracción de las encías, dejando más superficie dental al descubierto. Esto causa el movimiento y posterior pérdida de piezas dentales.
Enfermedad periodontal: el continuo contacto entre el diente y un objeto metálico puede causar la acumulación de placa bacteriana y por ello los problemas que esta trae.
Traumatismos dentales: son bastante comunes y pude ir desde simple rozamiento hasta el astillamiento o la fractura de alguna pieza
Alteraciones del habla: el hecho de tener un piercing, sobretodo en la lengua, altera la pronunciación de algunas consonantes como R, S, T y L. Esto es debido al golpe que provoca la joya con el paladar.
Maloclusiones dentales: el hecho de tener un cuerpo extraño en la cavidad oral modifica el movimiento de la lengua y así la posición de los dientes y por consecuente la mordida
Halitosis: puesto que llevar un arito en el labio puede causar la acumulación de placa bacteriana también provoca mal aliento.
Alteraciones del gusto: Al ser un objeto metálico perforado dentro de la boca es posible que de algo de gusto a las comidas.
Ingestión del piercing: puesto que son objetos desmontables, es posible que involuntariamente se acabe tragando el piercing.
Materiales habituales del piercing labial o bucal
Los materiales para hacer los piercings son bastante iguales en sus características pero diferentes en precio y en composición.
Piercings de acero inoxidable quirúrgico con niobio y titanio: son los más habituales y recomendados. El titanio reduce casi al máximo la posibilidad de que produzca alergias.
Piercings de platino y paladio: Estos también tienen una posibilidad ínfima de provocar alergias, pero son materiales bastante más caros.
Piercings de oro: los piercings de oro no son recomendables, puesto que el oro en sí no es problema, pero suelen estar mezclados con otros materiales que no son hipoalergénicos.
Conclusiones
En occidente durante casi todo el siglo XX los piercings se redujeron a únicamente a perforar los lóbulos de las orejas para colocar pendientes.
Desde los últimos años de este siglo los piercings se han puesto a la orden del día en todo occidente.
El hecho de que la gente se perfore el cuerpo y se cuelgue cosas de él, puede ser desde por simple decoración o por la aceptación en un grupo social determinado.
Después de todos estos datos ahora ya tienes una idea general de lo que es e implica hacerse un piercing en la boca o en la zona bucal.
Si sigues decidido a hacértelo o ya lo tienes hecho debes seguir los consejos antes mostrados para intentar no tener problemas con él.
